Los
hijos crecen sin pedir permiso, además,
lo hacen de repente.
Un
día, se acercan y te sueltan una frase
de tal madurez, que te das cuenta de que no tienes delante a tu pequeñuel.
Crecen
medio amaestrados, observando y aprendiendo de nuestros aciertos y también de
nuestros errores.
Llega
el momento de permanecer cerca, quedándonos lejos.
Llega
el momento de rezar al Creador para que permanezca cerca de ellos, y para que
acierten en su búsqueda de la felicidad.
Llega
el momento que cogen el volante de su propia vida.
Y
aquí estoy yo, absolutamente descompuesta porque MI pequeñuel se ha ido con SU
micro machine por primera vez en su vida.
Y
no puedo por menos que acordarme de mi querida “no sin mi hijo” y su angustia
vital y constante por su pequeño tesoro.
No
lo dejes crecer sin mostrarle lo mucho que le quieres y no permitas que se
vayan sus años de formación sin que reciba lo que necesita para convertirse en
un ser humano valioso y comprometido.
Para ti,
una canción de uno de mis cantantes favoritos
Y mil
para ti y TU pequeño gran hombre.
Bien lo sabes .... Como siempre un placer leerte. Mil besos too y mil gracias
ResponderEliminarjejeje ve preparando tilas que de momento aún lleva 4 ruedas.
ResponderEliminarCuando llegue a las dos será la bomba!
Besos para casa y V's para el pequeñuel