Si
los matrimonios eran concertados por razones políticas, para cimentar alianzas,
unir riquezas, por tierras, status y para forjar lazos entre las dos familias, las
bodas reales eran contratadas en vistas de las ventajas políticas, militares y
comerciales.
La
idea de casarse por amor era considerada absurda y extraña, y la mayoría de las
a veces la pareja jamás se había visto hasta el mismo día de contraer matrimonio.
Alice
Keppel
Aristócrata
inglesa casada a los 22 años con George Keppel fue la amante pública del rey
Eduardo VII, hijo de la reina Victoria.
Las
amantes de Eduardo VII fueron muchas y muy famosas, Lady Randolph Churchill
(madre Winston Churchill), la actriz Sarah Bernhardt, la bailarina La Bella
Otero, pero sus grandes amores fueron la actriz Lily Langtry, Alice Keppel y la
millonaria Agnes Keyser.
A
la muerte del rey Eduardo VII, Alice
Keppel, se fue a vivir a Sri Lanka con su hija Sonia (abuela de Camilla Shah
Parker Bowles) de la que todos decían era hija del rey.
Keppel
murió a los 76 años, sin imaginar que su bisnieta Camilla Parker – Bowles sería
una de las pocas amantes que llegarían a casarse con su príncipe azul.
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