La
balanza emocional
La
química en las relaciones de Ferran Ramón-Cortés.
La
energía no se crea ni se destruye, se transforma. Las relaciones en cambio se
crean, se destruyen e inevitablemente nos transforman.
Para
entender cómo funcionan las relaciones a nivel emocional, podemos imaginar una
balanza en la que ponemos, en un platillo, todo lo bueno que ocurre en el
contexto de una relación (simbolizado por el oro) y en el otro, todo lo malo
(simbolizado por el plomo).
Son
oro actos como el reconocimiento, los agradecimientos, los halagos, las muestras de afecto o las horas de
escucha.
Son
plomo actos como las críticas, los reproches, los desprecios, la falta de
sinceridad o las traiciones de confianza.
Las
relaciones que funcionan son aquellas en los que la balanza se inclina hacía el
oro, cuando la relación se inclina hacía el plomo, estará claramente en
peligro.
La
teoría de la balanza emocional explica que oro y plomo no pesan igual en la
balanza, el plomo pesa mucho más, ya que un acto negativo tiene siempre un
impacto mayor que uno positivo.
Esto
significa que para tener una relación sana, deberíamos dar, y recibir, muchos
más halagos que críticas.
Sin
embargo, la realidad que vivimos a diario es la contraria, ya que solemos ser
más explícitos con la crítica y, en cambio, omitimos muchos halagos.
Está
en nuestras manos cambiar esta peligrosa dinámica y no desaprovechar ninguna
circunstancia para aportar en todas y cada una de nuestras relaciones, un poco
de oro a la balanza.
Secretos
de la balanza emocional
Los
actos negativos siempre pesan más que los positivos
No todos percibimos con igual intensidad un acto positivo o negativo, dependen de
nuestra seguridad personal y nuestra sensibilidad emocional.
Un
mismo acto puede percibirse de signo contrario por personas distintas.
Hay
depósitos de plomo que no se compensan añadiendo plomo, hay que vaciar la
balanza para reconstruir la relación.
Hay
depósitos de oro que por la intensidad con que se viven, blindan la relación e
impiden que depósitos accidentales de plomo la pongan en peligro.
Una
balanza emocional positiva requiere que seamos capaces de compartir nuestras
emociones.
La
balanza emocional no mide la cantidad de contactos en una relación, sino la
calidad.
Las
relaciones que han vivido momentos intensos son más fáciles de recuperar que
las que no lo han hecho.
En
la balanza emocional el oro atrae al oro, cuando das sin esperar nada a cambio,
tarde o temprano lo recibes.
No
podemos perdonar sin perdonarnos, ni querer sin querernos. Nuestra propia balanza
emocional ha de ser nuestra prioridad.
Cada
día tenemos centenares de oportunidades de regalar oro y alimentar la balanza
emocional de nuestras relaciones más queridas o cercanas.
No
las dejemos pasar.
La energía no se crea ni se destruye, se transforma. Las relaciones en cambio se crean, se destruyen e inevitablemente nos transforman.
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