miércoles, 9 de enero de 2013

Mujeres que han hecho historia - Las amazonas


Las Amazonas

Según la mitología griega las amazonas eran mujeres guerreras, posiblemente con base histórica.

Se decía que habían vivido en Ponto (Actual Turquía), cerca de la costa del mar Euxino  (actual mar negro) , donde formaron un reino independiente bajo el gobierno de una reina llamada Hipólita ( la que deja sueltos sus caballos). Se suponía que habían fundado muchas ciudades entre ellas Esmirna, Éfeso,  Sinope y Pafos.

En la Iliada se nombra a las amazonas como antianiras (las que luchan como varones).



Ningún varón tenía permiso para mantener relaciones sexuales o residir en el país de las amazonas; pero, una vez al año, para evitar la extinción de su raza, estas visitaban a los gargarios una tribu vecina.

Los niños varones que resultaban de estas visitas era sacrificados, enviados de vuelta con sus padres o abandonados a su suerte; las niñas se quedaban con ellas, eran criadas por sus madres y adiestradas en las labores del campo, la caza y el arte de la guerra.

Sus ocupaciones eran la caza y la guerra; sus armas, el arco, la lanza, el hacha, un escudo partido con la forma aproximada de una medialuna llamado pelta, y en el arte más antiguo un casco, cuyo modelo anterior a la cultura griega fue aparentemente la diosa Atenea
En el arte posterior se acercaron al modelo de Artemisa, que llevaba un vestido fino, sujeto por arriba para mayor rapidez; mientras que en vasijas pintadas posteriores su vestido es con frecuencia peculiarmente persa, es decir, pantalones ajustados y un sombrero alto llamado cidaris.

Solían montar a caballo, aunque a veces iban a pie.

Hipócrates las describe así:
«No tienen pechos derechos. .. pues cuando aún son bebés sus madres ponen al rojo un instrumento de bronce fabricado para este único fin y lo aplican al pecho derecho para cauterizarlo, de forma que su crecimiento se detiene, y toda su fuerza y volumen se desvía al hombro y el brazo derechos».

El explorador español Francisco de Orellana afirmó que había luchado en el río Marañón en Sudamérica con mujeres guerreras que desde la orilla le disparaba dardos de cerbatanas y flechas.

La tradición dice que a partir de entonces el río fue llamado Amazonas o río de las Amazonas. 

Las amazonas también figuran en los relatos de Cristóbal Colón.

La especulación de que la idea de las amazonas contiene una base real se basa más recientemente en hallazgos arqueológicos de enterramientos, indicativos de la posibilidad de que algunas mujeres sármatas pudieron haber participado en batallas.

Estos hallazgos llevaron a los investigadores a sugerir que la leyenda de las amazonas en la mitología griega podría haber sido «inspiradas por guerreras reales», aunque esta opinión sigue siendo minoritaria entre los historiadores clásicos.

La arqueóloga rusa Vera Cobalevskaya señala que cuando los hombres escitas estaban fuera luchando o cazando, las mujeres nómadas tendrían que haber podido defenderse a sí mismas, a su ganado y a los pastos.

Durante la época en la que los escitas avanzaron en Asia y lograron la casi hegemonía en el noreste, hubo un periodo de veintiocho años en el que los hombres habrían estado fuera en campaña. Durante este tiempo las mujeres no solo habrían tenido que defenderse, sino reproducirse, y esto bien podría ser el origen de que las amazonas se emparejaban una vez al año con sus vecinos.

Hasta el sigloXX, las amazonas han sido representadas como un adversario extranjero que amenazaba la masculinidad de los héroes. Como tales, una meta clásica de los héroes ha sido derrotarlas y humillarlas como forma de reafirmar la superioridad masculina.

Actualmente, la representación típica de estos personajes es como una comunidad aislada de poderosas y bellas guerreras, teniendo los héroes masculinos el reto de ganarse su respeto para convertirlas en valiosos aliados. 

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