sábado, 2 de febrero de 2013

Brujas y Hechiceras








En el post Haberlas Haylas,  relataba mi primer contacto con  una situación absolutamente intangible.

¿Hay  personas con  capacidades  para intuir, predecir, visionar?.


Brujería es el grupo de creencias, conocimientos prácticos y actividades atribuidos a ciertas personas llamadas brujas que están supuestamente dotadas de ciertas habilidades mágicas que emplean con la finalidad de dañar ( magia negra) o benéfica (magia blanca).

La creencia en la brujería es común en numerosas culturas desde la más remota antigüedad, y las interpretaciones del fenómeno varían significativamente de una cultura a otra.







En el Occidente cristiano, la brujería se ha relacionado frecuentemente con la creencia del Diablo y especialmente durante la Edad Moderna en que se desató en Europa una obsesión por la brujería que desembocó en numerosos procesos y ejecuciones de brujas.

Las brujas tienen una gran importancia en el folclore de muchas culturas y forman parte de la cultura popular.

Según Guy Bechtelen todos los tiempos ha habido varones y mujeres que decían tener poderes y practicar la magia. Desde sacerdotes hasta emperadores se arrogaban el título de mago. La brujería, en cambio, ejercida por gente de menor nivel cultural y económico, era vista como un subproducto de la magia. La gente recurría a los brujos y brujas para ahuyentar la mala suerte o mejorar las cosechas.

Mientras que la magia fue una ceremonia practicada en la corte papal o real por los llamados nigromantes que utilizaban el conjuro para el control de los demonios, los poderosos magos eran del sexo masculino. Pero cuando los teólogos escolásticos condenaron estas prácticas al sostener que si los demonios proporcionaban servicios al mago era porque esperaban algo a cambio, cuando el mago-señor se transformó en bruja- servil, el sexo del malhechor cambió y los brujos se convirtieron en su gran mayoría en mujeres.


Julio Caro Baroja propone diferenciar entre brujas y hechiceras. Las primeras habrían desarrollado su actividad en un ámbito predominantemente rural y habrían sido las principales víctimas de las cazas de brujas en los años 1450-1750. En cambio, las hechiceras conocidas desde la antigüedad clásica, son personajes fundamentalmente urbanos.

Se cree que las artes de brujas y hechiceras eran transmitidas oralmente de generación en generación, por lo que todos los testimonios acerca de sus prácticas proceden de autores ajenos y muy a menudo hostiles a ellas.

Es por eso que tenemos dos tipos de brujería: la antigua que aún subsiste y es la de los filtros amorosos y la adivinación o hechicería, y la demoníaca vinculada a los aquerrales y el diablo  o brujería.

La distinción principal es que en la hechicería no existe un pacto con el diablo. Mientras que la brujería utiliza hierbas, ungüentos y alucinógenos para producir sugestión en sus víctimas, la hechicería usa materiales empíricos.

Según los textos clásicos, se creía de estas hechiceras que tenían la capacidad de transformarse en animales, que podían volar de noche y que practicaban la magia tanto en provecho propio como por encargo de terceras personas.

Se creía que las brujas celebraban reuniones nocturnas en las que adoraban al Demonio. Estas reuniones reciben diversos nombres en la época, aunque predominan dos: sabbat y aquelarre (procede del euskerza aker ( macho cabrío) y larre (campo), en referencia al lugar en que se practicaban dichas reuniones).

El Diablo imponía también supuestamente su marca a las brujas, y les proporcionaba drogas mágicas para realizar sus hechizos.

Se atribuía a las brujas la capacidad de desplazarse volando a los aquelarres.

El simbolismo de la escoba se ha interpretado de diversas formas. Para algunos autores se trata de un símbolo fálico , lo que se relacionaría con la supuesta promiscuidad sexual de las brujas, otros consideraban que se trataba de ensueños inducidos por el Diablo. 



Modernamente se han relacionado con el consumo de ciertas drogas conocidas en la Europa rural, tales como el beleño  la belladona y el estramonio.

La cultura popular del norte de Europa atribuye a las brujas la transformación preferente en un gato negro.



La bruja tiene un papel esencial en los cuentos infantiles. Las brujas de cuento más famosas son:
La madrastra de Blancanieves que intenta asesinar a ésta con una manzana envenenada.






La bruja de La Sirenita que realiza un pacto por el cual le dota de unas piernas a cambio de su voz.
La bruja de la casita de chocolate de Hansel y Gretel

Tradicionalmente se asocia la imagen de la bruja a una mujer anciana, fea y especialmente desagradable. Sin embargo, se creía que entre sus poderes estaba el de poder modificar su aspecto a voluntad, mostrándose como una joven hermosa y deseable. La bruja utilizaría esta apariencia para seducir a los hombres y llevarlos a la perdición.


Actualmente, el 40% de los casos judiciales de África Central están relacionados estrechamente con la brujería.



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