sábado, 24 de noviembre de 2012

Uno de los nuestros


¿ y porque? ¿y porque? ¿y porque?

Son las 7 menos veinte de la mañana. La compañera del turno de noche ya me ha pasado el parte de incidencias y adelanto  mis actividades en el ordenador de la planta antes de que me lo “robe” el médico.

-Tiene un despacho super luminoso con una vista fascinante y se empeña en sentarse en “mi” (muy posesiva) ordenador- pienso.

Oiga que se abren las puertas del ascensor de la planta y una voz que canta.

 -Aggg - ya esta aquí. Llega pronto. Demasiado pronto.

Antes de que pueda reaccionar unos ojitos acompañados por un bigote se asoman a la puerta.

-¿Tu me quieres?- oigo. - NO -respondo automáticamente.

¿ y porque? ¿y porque? ¿y porque?. No puedo evitar sonreír. Es lo de todos los días.


-¿Llevas el corto?- pregunta. –Si- le respondo. Y me levanto para preparar las historias y recoger el resultado de las analíticas y las tiras de los ECG.

Y … zas … ya esta sentado en “mi” (muy posesiva) ordenador. LO SABIA ¡¡¡¡.

Él escribe rápido, habla solo y trabaja eficientemente ignorando que le miro a la nuca y estoy recitando el padrenuestro.

Me doy la vuelta y me concentro en el cardex y el carro de la unidosis.

Antes de que me de cuenta aparece a mi lado y con una sonrisa de niño grande me dice – mi niña bonita si me quieres ver amásame gofio y dame de comer-. Valeeee, oído cocina. Empecemos con el pase de sala.

La primera es Doña Felisa. 89 años. Cardiópata severa. Encamada y desorientada. - ¿Cómo esta mi currucuco?- le dice y sin esperar respuesta (que evidentemente nunca llegará) se vira hacia la cama vecina y pregunta a Doña Rosita  -¿Cómo esta la mamá?- En este caso tampoco recibe respuesta.

Él les habla sin parar muy cariñoso y atento. La situación es entrañable y me emociona. 

Salimos cantando de la habitación (bueno el canta y yo miro al cielo… ya voy por el avemaría )

Nos tropezamos con Rosa la hija de Doña Rosita que se apresura en preguntar – Ahh ¡¡¡¡¡ Doctor: ¿Qué tal mama?-

Bieeeennnn, bieeennn …. Con el zurcidito palmero y las pastillitas muy buenas y muy caritas que le hemos dado, la vamos a poner muy bien …. Todo lo bien que se puede poner a su edad claro esta – le contesta muy risueño y ligeramente encorvado.

No se como darle las gracias Doctor le responde Doña Rosa. –Que gracias que gracias .....esto se arregla con un bizcochón de 12 huevos- responde él, soltando una risita de niño travieso. Mis ojos vuelan el cielo y ya voy por el "Creo en Dios padre todo poderoso" mientras empujo el carrito de las historias por el pasillo.

El me sigue canturreando y pregunta - ¿tu me quieres?- . -NO -respondo automáticamente

¿ y porque? ¿y porque? ¿y porque?


4 comentarios:

  1. jejeje....y cómo diría él: " que buena forma de empezar o terminar el sábado sabadete, camisa nueva y......

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  2. jajajajaja ¿como estan mis niñassssssssssssss????? Gran pregunta que hace a diario, el dia que le respondamos..........

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  3. Grande el doctor!!! Le alegra muchas veces a una la mañana cuando ya desde tan temprano entra cantando q le amases gofio!!! Jajaja jajaja!!!

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