Todo cambio duele, por eso
el miedo al cambio.
Vivimos momentos muy
complicados, momentos en los que es preciso un cambio radical.
Cuando veo en Facebook
centenares de frases auto motivantes,
positivas, de verdades demoledoras dichas por libre pensadores, poetas,
místicos, políticos o por anónimos ingeniosos,
me pregunto si son frases solo colgadas
en la red para recibir un montón de “me gusta” y, con un poco de suerte, alguna
respuesta graciosa, o, porque tenemos necesidad de verbalizar e iniciar este
proceso trasformador en masa.
Nuestra crisis se ha
iniciado como consecuencia de una pérdida de valores.
Todos éramos conscientes
de ello y no hemos hecho nada, una vez más la pereza, la desidia, el egoísmo, nos
ha ganado la partida.
Urge un cambio radical de
nuestros paradigmas y cada uno desde su pequeño micromundo puede aportar y
sumar, de gotas esta hecho el mar.
Un paradigma es el resultado de los usos y costumbres,
de creencias establecidas de verdades a medias; un paradigma es ley, hasta que
es desbancado por otro nuevo.
Cuando una comunidad tanto científica como religiosa o
política da por sentado un paradigma, se crea un espacio-tiempo lineal en donde
nada cambia, se establece como verdad absoluta y la evolución se estanca.
Nuestra realidad se ve tamizada y controlada por el
paradigma de turno ya que nos define y nos delimita todo lo que percibimos,
creyendo es la verdad, descalificando
las demás opciones.
La mente humana no piensa nada más, ya que lo hace con
las ideas y creencias de la sociedad en la que vive.
Volverse crítico de nuestras presuposiciones requiere
una verdadera apertura de conciencia y deseo de progresar y de evolucionar.
Es en este momento de la gran crisis, cuando debemos
provocar los cambios, romper los viejos paradigmas para dar paso a lo nuevo, implicando
un profundo cambio de mentalidad y de los valores que forman una visión
particular de la actual realidad.
Todo cambio duele, por eso
el miedo al cambio.
Alguien dijo en cierta ocasión que "el único cambio que el ser humano disfruta es el del pañal"... Jejeje... Tanto en nuestra vida personal, como a nivel organizacional, cambiar no es fácil. Pero si no cambiamos, no crecemos. ;-)
ResponderEliminarPrefiero pasar el dolor del cambio, que la pena de vivir estancado
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