Spartakus

En el fondo somos iguales

En casa nos encanta la historia, pero cuando el escritor aficionado nos dijo – voy a estudiar historia-, corrí a buscar una cafinitrina porque papi se puso verde y empezó a boquear.

Gracias a Dios solo fue un cabreo pero aun oímos aquello de - uno mas para la cola del INEM-

Y yo, en medio

Por mi derecha:

-Mira tu …..  TU hijo ….. historia ….. si no me podré jubilar en la vida …. los de letras van a pie ….. no en coche  propio …. habla con él …..  y no me mires así ….. está bien …. no diré nada más-

JA JA JA ¡¡¡¡¡. No me lo creo

Por mi  izquierda:

-Papa no me entiende …….hay que ver … ..toda la vida dándome la vara de que piense por mi mismo ….. de que decida por mi mismo …. que se aprende de los errores ……pues que me deje aprender de los míos ……habla con él …….y no me mires así …..está bien ……no diré nada más-

JA JA JA ¡¡¡¡¡. No me lo creo

Y …. el chaval estudia historia

Y …..el chaval escribe libros

Y …  el chaval lleva pearcings

Y …..el chaval es un “melenillas”

Y yo sigo mirando de reojo con la "cafi" en el bolsillo , pues papi se la ha envainado y el escritor aficionado sigue su destino.

Una noche veo que anuncian la serie Spartacus

 “Sólo un gladiador alcanzará la gloria en la arena de Capua, pero para ello tendrá que ser el único que aguante en pie dentro del círculo de fuego”.

-Mira papi, una serie sobre  gladiadores romanos- .

Papi es un enamorado del imperio romano y ha leído, lee y leerá todo lo que caiga en sus manos.

A la segunda escena de la serie le digo a papi – ¿tan tarde es?-

Él levanta la vista por encima de sus gafas, mira la tele  y pregunta - ¿Qué canal has puesto?-

-Yo que se ¡¡¡¡¡, la 5, la antena 3, la cuatro- 

Por los clavos de cristo y los hijos de la Gran Roma ¡¡¡¡¡¡

Sexo entre esclavos, infidelidades, pasión y lujuria…..

NO me perdí ningún capitulo  ……  pero comprobé que en el hospital NADIE se perdía ningún capitulo.

Y la sonrisita torcida de rastreator al día siguiente acompañada de un –¿viste la serie ayer?- vale su peso en oro.

En el fondo somos iguales