Mes dones (más mujeres)
-Mamá, ¿sabes que eres una hembrista?-
-¿Lo cualo?-
-Solo escribes cosas de mujeres-
-¿Y?-
-Pues que eres una hembrista-
Y mientras intento buscar en mi memoria el significado de la
palabra mi escritor aficionado se dedica a contarme la diferencia entre
machismo, feminismo y hembrismo
Y cuando acaba, vuelve
a empezar como SI NO LO HUBIERA ENTENDIDO ¡¡¡¡¡
-Ya valeeee … que mama es graduada chaval ….-
Pero a la que se da la vuelta corro a consultar a papa Google (a
escondidas) y miro la dichosa palabrita
El
Hembrismo es una actitud de prepotencia de las mujeres respecto de los hombres,
o bien un parcialismo discriminatorio claramente favorable a la mujer en
acciones u opiniones.
-Bien- pienso, no sé si soy hembrista o no pero creo en el
“poder” de lo femenino …. por esto Dios
solo me ha dado hijos varones ….. en fin, es lo que hay ….
Y me vienen a la mente otras mujeres que siempre me han
fascinado
Las vestales
Las vestales debían
ser vírgenes, de padre y madre
reconocidos, y de gran hermosura. Eran seleccionadas por el Pontífice Máximo a la edad de seis a
diez años.
Su mayor responsabilidad era mantener encendido el fuego sagrado del templo de Vesta situado en el Foro romano por lo que tenían
restringidos sus movimientos.
Estaban liberadas de
las obligaciones sociales habituales de casarse y tener hijos, y
tenían voto de castidad para dedicarse expresamente al estudio y correcta
observancia de los rituales estatales que no
podían efectuar los colegios sacerdotales masculinos.
Estaban tocadas con
un velo en la cabeza y
portaban una lámpara encendida entre las manos.
Cuando una candidata
a vestal era seleccionada, era separada de su familia, conducida al templo
donde le eran cortados los cabellos, y donde era suspendida de un árbol, a fin
de dejar claro que ya no dependía de su familia.
El servicio como
vestal duraba treinta años, diez de los cuales estaban dedicados al
aprendizaje, diez al servicio propiamente dicho y diez a la instrucción.
Transcurridos estos años podían casarse si querían, aunque casi siempre lo que
ocurría es que las vestales retiradas decidían permanecer célibes en el templo.
Su ocupación
fundamental era guardar el fuego sagrado. Si éste llegaba a extinguirse,
entonces se reunía el Senado se buscaban las
causas, se remediaban, se expiaba el templo y se volvía a encender el fuego.
El
fuego era encendido usando la luz solar como fuente de
ignición. La vestal que hubiera estado de guardia cuando el fuego se apagaba,
era azotada.
Además de privilegios
y honores por todas partes, las vestales podían testar aún viviendo sus
padres. Incluso disponer de lo suyo sin necesidad de tutor.
Las vestales tenían
el privilegio de absolver a un condenado a muerte que encontraran cuando éste
era conducido al cadalso,, siempre y cuando se
demostrase que el encuentro había sido casual.
El perder la
virginidad era considerado una falta peor incluso que el permitir que se
apagase el fuego sagrado.
Inicialmente, el castigo era la lapidación; luego esta pena fue
sustituida por el decapitamiento y el enterramiento en vida y a su
compañero se le conducía al suplicio. Sin embargo, sólo
se conocen veinte casos en los que esta falta fue detectada y castigada.
Las vestales fueron
disueltas por el emperador Teodósio el Grande en el año 394
Las más
conocidas fueron Rea Sílvia ( conocida como Llia), madre mítica de los fundadores de Roma, Rómulo y Remo y Aemilia, que dice la leyenda, que cuando el fuego sagrado se
extinguió en una ocasión, oró a Vesta suplicándola ayuda, y milagrosamente se
reavivó al tirar un trozo de su vestido en los rescoldos apagados.
El hermano de
Numitor, Amulio,
ascendió al trono y asesinó al hijo de Numitor.
Amulio obligó a
Silvia a convertirse en unaVirgen Vestal, sin embargo, el Dios Marte secuestró a Silvia
y la violó en un bosque. De esta violación
nacieron los gemelos Rómulo y Remo.
Cuando Amulio se
enteró de esto, ordenó que a Rea Silvia se la enterrara viva y que se matara a
los gemelos. El bondadoso siervo al que se le había ordenado la tarea dejó a
los gemelos en el Tíber,
pero no los asesinó.
El dios del río
encontró a los gemelos y los dejó al cuidado de una loba, Luperca, que había perdido a sus propios
cachorros, para que los amamantara.
El dios Tíber rescató
a Rea Silvia y se casó con ella. Cuando los gemelos fueron a Roma, derrocaron a
su tío abuelo Amulio y restablecieron en el trono de Alba Longa a Numitor.
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Livio arroja dudas sobre la famosa leyenda de que
fueron amamantados por una loba, afirma que fué la mujer del pastor Fáustulo, Aca Larentia (famosa prostituta), quien cuidó a los gemelos.
La correlación entre estos dos hechos es que en latín la
palabra lupa significa
tanto "loba" como "prostituta", por lo que no es
disparatado pensar que la lupa a la que se refieren los escritos
antiguos fuera en realidad Aca Larentia
Mes dones (más mujeres)
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