Ni
opino ni entiendo ….
El
penúltimo sábado de Mayo fue luminoso y cálido, ideal para un paseo matinal por
la Gran Vía de la capital del Reino.
A
la altura de la plaza Callao me quede gratamente sorprendida con un espectáculo
único. Decenas de personas de todas las edades y diversidad de razas estaban
practicando algo que me pareció Tai Chi.
Me
quede observando un buen rato hipnotizada por la belleza y la paz del ritual.
Se
acercó una muchacha oriental y me entrego un díptico informativo, era Falun
Dafa.
Falun
Gong (Práctica de la Rueda de la Ley), es una disciplina espiritual basada en
los principios de “verdad, benevolencia y tolerancia”, combinando la meditación
y ejercicios con filosofía moral.
Se
identifica como una práctica de gigong de la escuela Buda incorporando
elementos de las tradiciones taoístas.
Falun Gong afirma basarse en las creencias
tradicionales chinas de que los humanos están conectados con el universo a
través del cuerpo y la mente.
Se
diferencia de otras escuelas de gigong porque no implica costes ni afiliación
formal, además de carecer de rituales diarios o veneración.
Esta
disciplina fue introducida en China en 1992 de la mano de su fundador Li Hongzhi.
El Maestro Li
dice que la elevación del xinxing (la naturaleza de la mente o el corazón,
carácter moral) es fundamental para cultivarse-refinarse.
La mejora del
xinxing significa renunciar a los apegos terrenales, que impiden el despertar.
Los apegos serían: celos, competitividad, fama, ostentación, avaricia, ira,
lujuria, etc.
Aunque
la práctica disfruto del apoyo por parte del Gobierno Chino en 1999, el Partido
Comunista y los órganos de seguridad pública decidieron que Falun Gong era una
secta nociva para el estado y la sociedad, dando lugar a una ofensiva a escala
nacional para erradicarla.
Fue la práctica de qigong de
crecimiento más veloz en la historia de China y para 1999 había entre 70 y 100
millones de practicantes.
Los
practicantes de esta disciplina son perseguidos y sometidos a una amplia gama
de abusos, encarcelados, sometidos a trabajos forzosos, abuso psiquiátrico y
tortura.
En
2006, se descubrió en China 36 campos de trabajos forzados donde se extirpan
órganos atendiendo a la enorme demanda del mercado negro de trasplantes, según
la investigación que han llevado a cabo el abogado de derechos humanos David
Matas y el ex miembro del parlamento canadiense David Kilgour.
Ni opino ni entiendo ….
'Luchad y puede que muráis. Huid y
viviréis. Un tiempo al menos. Y al morir en vuestro lecho, dentro de muchos
años, ¿no estaréis dispuestos a cambiar todos los días desde hoy, por una
oportunidad, solo una oportunidad de volver aquí a matar a
nuestros enemigos? Pueden que nos quiten la vida, pero jamás nos quitarán ¡¡LA
LIBERTAAAAAD!!''.
Braveheart
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