Recuperando el buen humor

Papi ha recuperado el buen humor, vuelve a ser el de siempre y esto me hace feliz.

Tan pronto llego a casa después de su larga estancia en el hospital, le facilite un par de sillas con ruedas para moverse por diferentes zonas de la casa, acomode a su alrededor todo lo que pueda hacerle la vida más fácil así como una botella para orinar por las noches dada su limitada movilidad.

Tenemos todas las horas del día programadas entre antibióticos y curas pero todo está muy bien organizado para compaginarlo con mi vida laboral.

Por la mañana es cuando llevo el ritmo más frenético porque dispongo de poco tiempo para hacer todo antes de salir de casa. Ducha, maquillaje, pelo, desayuno, sacar perros y la cura de papi.

Esta mañana recién levantada, con los ojos cargados de sueño y pocas ganas para ponerme en marcha oigo a papi decir:

-Tengo una mala y una buena noticia-

-¿sí?-

-La mala es de que se me ha caído la botella de la orina-

–Tranquilo cari, no pasa nada- Mieeerda!!!.

-La buena es de qué   …ESTABA VACÍA ¡!!!-

Esto va para post, pienso aun con los ojos cerrados pero con una gran sonrisa.

Papi ha recuperado el buen humor, vuelve a ser el de siempre y esto me hace feliz.