Mi muy querido papa:
Han pasado 17 años y cada
vez te echo más de menos.
Estarías muy orgulloso de tus
nietos que ya están hechos unos hombres y han tomado las riendas de su vida. No
he dejado que borren de su memoria tu recuerdo y sigues presente en nuestras
vidas.
Estarías muy feliz de ver
crecer al más pequeño de la casa. Es un muñequito rubito, tranquilo y muy
feliz. Tu hija pequeña es una gran madre y tiene como compañero al mejor.
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Gracias por protegernos cada
día. Te quiero mucho.
Seguiremos hablando.
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