sábado, 11 de enero de 2014

Consejos de un padre: Jackson Brown

Jackson Brown es un padre preocupado por la felicidad de su hijo y por ello le escribió estos “consejos” cuando se fue a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. 



Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros. Los mensajes tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos, Life's Little Instruction Book, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas.


He aquí los consejos.

Hijo: 

• Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria.

• Observa el amanecer por lo menos una vez al año. 

• Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos. 

• Ten un buen equipo de música.

• Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa. 

• Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra. 

• Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. 

• Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

• Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa. 

• Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. 

• No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe. 

• Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza). 

• Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir. 

• Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado. 

• Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.

• Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

• Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.

• Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades. 

• Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas. 

• No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios. 

• Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir. 

• Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno. 

• Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave. 

• Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'. 

• Nunca confundas riqueza con éxito. 

• No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos. 

• No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices. 

• Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios. 

• Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos. 

• Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.

• No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta. 

• No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.

• Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él. 

• No confundas confort con felicidad. 

• Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal. 

• Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca). 

• Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos. 

• Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos. 

• Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento. 

• Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres. 

• Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles. 

• La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.

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