Somos
lo que pensamos
Sin
lugar a dudas hay que aprender a eliminar los pensamientos negativos porque
frenan las capacidades internas y reducen la actividad cerebral a sus funciones
más automáticas.
Lo
que provoca el estrés, la depresión, los miedos, las frustraciones y las
tensiones no son los objetos y las situaciones por sí mismas, sino nuestra actitud
ante ellas, porque estos pensamientos y actitudes modifican los comportamientos
que construyen futuro.
Se
considera negativo todo lo que al pensar o al hablar de ello frena el
desarrollo de las personas, son negativos porque el dolor que provocan es
gratuito, no sirve para encontrar la solución a los problemas, ni para ayudar a
otras personas.
Al
hablar de rectificar los pensamientos negativos no quiere decir que no se pueda
hablar nunca de ciertos temas desagradables, se trata de no recrearse en el
dolor, o en los detalles escabrosos, cuando estos pensamientos o palabras
únicamente sirven para provocarnos angustia.
Para
cambiar esta “programación” hay que
estar atento y detectar los pensamientos negativos para rectificarlos de forma
mental en el mismo momento en que se produzcan, buscando lo positivo de cada
situación y de forma realista mirar los problemas de frente y desde todos los
ángulos.
Porque
ser realista y positivo significa reconocer lo que hay de negativo en cada circunstancia
y, después centrar la atención y resaltar lo positivo y las ventajas que se
obtienen.
Somos
lo que pensamos
12
pasos hacia la felicidad de Carmela París
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