Es una frase budista que resume una reflexión un poco más compleja sobre la forma en que respondemos a los obstáculos que se nos cruzan en el camino de la vida.
Y
sucedió lo que solo puede pasarle a otro, porque simplemente, las cosas
suceden.
Y
sucedió, hace ya siete meses, un chaval que podría ser mi hijo, se cruzó en el
camino de papi, porque simplemente, las cosas suceden.
Han
sido siete meses de miedo, dolor, preocupación, toma de decisiones, cambio de
planes y mil y un porqués sin respuesta, porque simplemente, las cosas suceden.
Los
chicos han estado espectaculares y papi está más House M.D. que nunca. Las
muestras de afecto, apoyo y cariño han sido constantes, no nos hemos sentido
solos. Tenemos mucho que agradecer y mucho más que celebrar.
Aún nos queda camino por recorrer, pero quizás por alguna razón existe algo que era conveniente que aprendiéramos porque,
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