domingo, 15 de febrero de 2015

Y, la Mary se nos fue!!!

Y, la Mary se nos fue!!!





Toca hacer reflexiones, evaluar y valorar  nuestros actos y sus consecuencias y más cuando dependen de una, tantas personas como es nuestro caso.



Podemos decir que somos las mentes pensantes, pero quien ejecuta son los otros, los que están en primera línea y las caras visibles para los pacientes y sus familias.

Improvisamos tanto y planificamos tan poco que vivimos en permanente  descoordinación y caos, provocando situaciones indeseables y errores evitables.

Dícese que la justicia es la cualidad o virtud de proceder o juzgar la verdad,  y poner en práctica el derecho que asiste a toda persona a que se respeten sus derechos, que le sea reconocido lo que le corresponde o las consecuencias de su comportamiento, y por nuestro sentido de la justicia, nos recordaran.

Y justo es también,  que se le exija a cada uno el cumplimiento de sus funciones por las cuales ha sido contratado y por las cuales percibe una remuneración económica acorde con su responsabilidad.

Y justo es también, que usemos la misma vara de medir para todos los componentes del equipo, independiente de su categoría, posición y cargo.

Dícese de la ética que es la ciencia del comportamiento moral y la acción humana, que determina que es lo bueno y desde este punto de vista, como se debe actuar. La ética son un conjunto de normas y costumbres que regulan las relaciones humanas de un colectivo.

Y no es ético que solo se imponga el conjunto de normas y costumbres a colectivos inferiores desde una posición de superioridad.











Y no es ético, que siempre se les exija a los competentes, resolutivos, implicados y responsables respuestas derivadas de la incompetencia de otros.




Dícese que la confianza es la impresión u opinión que se tiene de una persona o un conjunto, y que se desarrollará según las expectativas que se tenían de ella/ ellos. Es un conjunto de rasgos que se demuestran con el trato a la persona en quien se puede confiar.

Y no es justo ni ético desconfiar de los competentes, resolutivos, implicados y responsables ocupen la categoría profesional que ocupen porque nadie y menos este colectivo debe ser humillado desde una posición de superioridad.




En confianza, se ha hecho justicia y se ha usado la ética coherente,  aunque solo sea por el respeto que se merece,  quien se lo gana día a día con su trabajo.









Y, la Mary se marchó!!!



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