Los Reyes Magos de Oriente es el nombre por el que la tradición
denomina a los visitantes que, tras el nacimiento de Jesús de Nazaret, acudieron desde países extranjeros
para rendirle homenaje y entregarle regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Los Evangelios solo hablan de «magos», en ninguna parte se indican
sus nombres, ni que fuesen reyes, ni que fueran tres. Estas creencias fueron agregadas
varios siglos después y se han mantenido en la tradición popular.
El termino mago procede del griego
“magoi” que significa matemático, astrónomo o astrologo, en definitiva un
hombre de ciencia, por eso algunos teólogos dicen que en esta tradición se
juntan la ciencia y la religión.
En algunos países existe la costumbre de representar a los reyes
trayendo los regalos que los niños
les han pedido en sus cartas durante la noche anterior a la Epifanía.
El Paje Xiu Xiu llega el día 26 de
Diciembre a una ciudad industrial del norte del país, y, es el responsable de
recoger las cartas de los niños para hacérselas llegar a sus majestades los
Reyes Magos de Oriente. Cuando duermen, les susurra al oído “sed buenos, de verdad”.
Con respecto a los nombres de los
reyes (Melchor, Gaspar y Baltasar) las primeras referencias parecen
remontarse al siglo
V a través de dos textos, el primero titulado Excerpta latina bárbari, en el
que son llamados Melichior, Gathaspa y Bithisarea, y en otro evangelio apócrifo, el Evangelio
armenio de la infancia, donde se les llama Balthazar,
Melkon y Gaspard.
En casa mantenemos la tradición de
la noche de Reyes porque tal como dijo Paulo Coelho: Debemos escuchar al niño
que fuimos un día y que existe dentro de nosotros. Ese niño entiende de
instantes mágicos.
Porque la magia es un puente que te permite ir del mundo
visible hacia el invisible; y aprender las lecciones de ambos mundos.
Feliz noche mágica ¡¡¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario