Siempre iniciamos el
año cargados de buenos propósitos como seguir una dieta equilibrada, hacer
deporte al menos tres veces por semana, mejorar el nivel de inglés, salir antes
del trabajo, dedicar más tiempo a la familia, darte un “pequeño homenaje” más a
menudo, …. Sin embargo pasan los días y
la sensación de fracaso nos invade porque no hemos sido capaces de convertir
nuestro propósito en un hábito realista capaz de mantenerlo en el tiempo.
Es importante analizar
cuáles son nuestras necesidades y reflexionar para ordenar y reorganizar
nuestras prioridades, así nuestras decisiones y acciones estarán alineadas a
nuestros propósitos.
Os invito a ver el
siguiente video de Stephen Richards Covey (autor de Los siete hábitos de las
personas altamente efectivas) pues me parece muy ilustrativo.
Gestiona las tareas en
las que ocupas tu tiempo con deseo, ilusión y alegría.
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