domingo, 26 de enero de 2014

Quien lucha puede perder ....

“QUIEN LUCHA PUEDE PERDER, QUIEN NO LUCHA YA HA PERDIDO”









Eugen Berthold Friedrich Brecht (Augsburgo 1898Berlín Este 1956), fue un dramaturgo y poeta alemán, uno de los más influyentes del siglo XX, creador del teatro épico, también llamado teatro dialéctico.[]


Nació en el seno de una familia burguesa de Augsburgo. Su padre, católico, era un acomodado gerente de una pequeña fábrica de papel, y su madre, protestante, era hija de un funcionario.

El joven Brecht era un rebelde que jugaba al ajedrez y tocaba el laúd. Se sentía atraído por lo distinto, lo extravagante, y se empeñaba en vivir al margen de las normas de su tiempo, de su recato y su sentido de disciplina.

En la escuela destacó por su precocidad intelectual y en 1917, inició la carrera de Medicina en la universidad de Múnich, pero tuvo que interrumpir sus estudios para hacer el servicio militar como médico en un hospital en el marco de la Primera Guerra Mundial.

En 1918, con sólo veinte años, escribió su primera obra teatral, Baal, cuyo personaje principal es un poeta y asesino. A partir de 1920, en Berlin, Brecht entabló relaciones con gente del teatro y de la literatura y desde 1926 tuvo frecuentes contactos con artistas socialistas que influirían en su pensamiento, comenzando  a estudiar El capital de Marx.

Todas las obras de Brecht están absolutamente ligadas a razones políticas e históricas y tienen un sobresaliente desarrollo estético. En realidad, en Brecht se encuentran siempre unidos el fondo y la forma, la estética y los ideales.

Desde sus comienzos se caracterizó por una radical oposición a la forma de vida y a la visión del mundo de la burguesía y, naturalmente al teatro burgués, sosteniendo que sólo estaba destinado a entretener al espectador sin ejercer sobre él la menor influencia.

[]Brecht, desarrolló una nueva forma de teatro que se prestaba a representar la realidad de los tiempos modernos, y se encargó de llevar a escena todas las fuerzas que condicionan la vida humana.

Además de conmover los sentimientos, obligaba al público a pensar; en las representaciones teatrales nada se daba por sentado y obligaba al espectador a sacar sus propias conclusiones. []Hasta el fin de su vida sostuvo la tesis de que el teatro podía contribuir a modificar el mundo.

Brecht figura entre los autores más importantes del siglo XX. Es el prototipo de intelectual revolucionario que ha tratado descifrar la realidad a través del arte y lo cierto es que su obra teatral y sus numerosos escritos teóricos han ejercido enorme influencia sobre los escritores contemporáneos a él.











Hasta 1933, Brecht trabajó en Berlín como autor y director de teatro. Pero en aquel año, Hitler se hace con el poder. A comienzos de 1933, la representación de su obra “La toma de medidas”,  fue interrumpida por la policía y los organizadores fueron acusados de alta traición, un día después con su familia y amigos abandonan Berlín y huyen a Dinamarca.


El exilio de Brecht fue posiblemente el tiempo más duro de su vida, a pesar de lo cual en este periodo escribe algunas de sus mayores obras y alcanza su plena madurez con sus cuatro grandes dramas escritos entre 1937 y 1944.

En el verano de 1941, viajó en el expreso transiberiano desde Moscú a Vladivostok. Desde el este de la URSS se trasladó en barco a California, asentándose en Santa Mónica, cerca de Hollywood. Allí intentó escribir para la industria de Hollywood, pero sus guiones no fueron admitidos por las grandes productoras cinematográficas.

A comienzos de 1949 se trasladó con un pasaporte checo a través de Praga a Berlín Este, y en 1955, Brecht recibió el Premio Stalin de la Paz. Al año siguiente, el 14 de agosto, contrajo una inflamación del pulmón y murió de una trombosis coronaria en Berlín del Este.





domingo, 19 de enero de 2014

El hombre en busca de sentido: Viktor Emil Frankl


Quién tiene una razón para vivir, acabará por encontrar el cómo


Vikyot Emil Frankl (1905 Viena- 1997 Viena) fue un neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la logoterapia.

Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió el libro El hombre en busca de sentido.

Desde joven Viktor de origen judío empezó a interesarse en la psicología.

Estudió medicina en la Universidad de Viena y se especializó en neurología y psiquiatría. Desde 1933 hasta 1937 trabajó en el Hospital General de Viena. De 1937 a 1940 practicó la psiquiatría de forma privada. Desde 1940 hasta 1942 dirigió el departamento de neurología del Hospital Rothschild (único hospital de Viena donde eran admitidos judíos en aquellos momentos).

En diciembre de 1941 contrajo matrimonio con Tilly Grosser. En otoño de 1942, junto a su esposa y a sus padres, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt.

En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau.

Fue liberado el 27 de abril de 1945 por el ejército norteamericano. Viktor Frankl sobrevivió al Holocausto, pero tanto su esposa como sus padres fallecieron en los campos de concentración.

El hombre que no ha pasado por circunstancias adversas, realmente no se conoce bien.


Tras su liberación, regresó a Viena y en 1945 escribió su famoso libro El hombre en busca de sentido, donde describe la vida del prisionero de un campo de concentración desde la perspectiva de un psiquiatra.

En esta obra expone que, incluso en las condiciones más extremas de deshumanización y sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual.

Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontas este sufrimiento.



Esta reflexión le sirvió para confirmar y terminar de desarrollar la Logoterapia, considerada la Tercera Escuela Vienesa de Psicología, después del Psicoanálisis de Freud y de la Psicología individual de Adler.

En 1949 recibió el doctorado en Filosofía. En 1955 fue nombrado profesor de la Universidad de Viena.

A partir de 1961, Frankl fué profesor en los Estados Unidos en la Universidad de Harvard y de Stanford, así como en otras como la de Dallas, Pittsburg y San Diego.

Ganó el premio Oskar Pfister de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría, así como otras distinciones de diferentes países europeos.

Frankl enseñó en la Universidad de Viena hasta los 85 años de edad de forma regular y fue siempre un gran escalador de montañas. A los 67 años, había conseguido la licencia de piloto de aviación.

Publicó más de 30 libros, traducidos a numerosos idiomas, impartió cursos y conferencias por todo el mundo, y recibió 29 doctorados Honoris Causa por distintas universidades.

La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste.




Estamos de exámenes ¡¡¡














Estamos de exámenes, estamos histéricos, estamos estresados y estamos jodidos ¡¡¡


Mis hijos,  buscan la piedra filosofal que les ayude a mejorar su concentración y rendimiento, mientras les facilito un componente vitamínico con fósforo, magnesio y lecitina.

Les explico que deben buscar la estrategia que mejor se adapte a su manera de ser para procesar y retener la información.

Les indico que es conveniente alternar las horas de estudio con periodos de descanso, y practican a diario un poco de deporte, nada de café ni otros estimulantes y dormir un mínimo de ocho horas.
Que cierren los móviles y eliminen todo aquello que pueda distraer su atención. Que se acomoden bien a la mesa de estudio y aprovechen la luz diurna y sobre todo,  que planifiquen.


Pero solo oigo bufidos y palabras recitadas en Hebreo antiguo por lo bajo.     
Ya sé que resulta difícil dar consejos porque la tensión y la ansiedad están ligadas de una forma muy íntima con su personalidad, el nivel competitivo y el propio estado de ánimo del chaval, amén de la planificación y la disciplina más o menos estricta que hayan llevado a lo largo del cuatrimestre (omito opinión personal)
-Mamá, tú no puedes entenderlo-
-¿Cómo qué no?, Mira, yo también fui estudiante ¡¡¡-
-Ya, pero en tu época todo era más fácil-
-¿Cómo?-
-Que todo estaba chupao ¡¡¡-


MadredeDios, MadredeDios (como diría mi hermana, la psicóloga alternativa),  ahora los volvería a “meter por donde salieron” y me quedaría tan ricamente ¡¡¡
Pero respiro hondo porque… son los míos y,  estamos de exámenes ¡¡¡
















Florencia Poy (Universidad Francisco de Vitoria)

La ansiedad, tiene que ver con la manera en que cada alumno valora o interpreta la situación a la que se ve sometido. La ansiedad no viene provocada por un examen en sí, sino por las consecuencias que cada alumno deriva de ello.
Los síntomas de la ansiedad en época de exámenes vienen dados en tres planos que se relacionan y retroalimentan mutuamente:
En primer lugar nos encontramos el nivel mental o cognitivo. Los síntomas más comunes serían: preocupación extrema, inseguridad, falta de confianza, desconcentración, dificultad para tomar decisiones, aprensión, sentimiento de inferioridad, sensación de pérdida de control, dificultades a la hora de leer y comprender, dificultades para recordar palabras o conceptos, bloqueo mental (“quedarse en blanco”).
En segundo lugar, nos encontramos el nivel fisiológico. Los síntomas más comunes serían: respiración agitada o entrecortada, sudoración, sequedad de boca, opresión en el pecho, nauseas, dolor de estómago.
Y por último, a nivel conductual, los síntomas más comunes serían: falta de apetito o comer en exceso, tartamudeo, hablar rápido, risa nerviosa, manipular continuamente objetos, reacciones impulsivas (como abandonar un examen), responder sin reflexionar.
El estrés no es otra cosa que energía que nos ayuda a ponernos en marcha. Por tanto, podemos afirmar que “el estrés (en su justo punto) es una reacción normal y positiva ya que esta actúa como un protector preparándonos para  la acción; sin esa dosis de energía vital no afrontaríamos los desafíos que nos plantea la vida”.
Por eso, el estrés regulado y adecuado contribuye positivamente a la concentración, a la potencia física.
En el campo de la psicología existe una evidencia muy estudiada que recibe el nombre de ley de Yerkes y Dodson que describe la relación que existe entre ansiedad y rendimiento y establece que el rendimiento óptimo se obtiene con niveles medios de activación.
La planificación y organización del tiempo es la mejor medida de prevención de la ansiedad y el estrés en época de exámenes.
Conocer lo que podemos abarcar es fundamental. Cuando tenemos que realizar más tareas de lo que realmente podemos atender vamos gestando un sentimiento de preocupación y angustia que interfiere negativamente en nuestra capacidad de concentración lo que a su vez agrava nuestra ansiedad y nos vemos inmersos en un círculo vicioso en el que es difícil salir.
Por tanto, ser capaces de conocer lo que sí podemos abarcar nos hace estar tranquilos, factor que repercute directamente en la atención y por tanto en el rendimiento.
Es lo que en psicología se conoce como mindfulness que es la atención o conciencia plena (sin distractores) en el momento presente o lo que es lo mismo “vivir el aquí y ahora”.
La planificación y organización del tiempo es la mejor medida de prevención de los nervios en época de exámenes.


viernes, 17 de enero de 2014

"Mi" Arcoíris














El día de hoy amaneció lluvioso, al momento visualice las calles mojadas, el denso tráfico, los bocinazos nerviosos de primera hora de la mañana, la interminable busca de un aparcamiento, el engorroso paraguas…. mis hombros han caído resignados hacía adelante; pero al fijar mi vista al horizonte, he visto un precioso arcoíris que salía del mar y se perdía más allá de las casas.




Su arco multicolor era tan impresionante que ha sido capaz de inyectarme una dosis positiva y enfrentar el día con absoluta energía.

Camino del trabajo en medio de un lento tráfico y con poca visibilidad,  me he sorprendido tatareando una pegadiza canción,  y me he dado cuenta que la clave está en la forma que he elegido “ver” mi día.











Os deseo un bonito arcoíris

sábado, 11 de enero de 2014

Consejos de un padre: Jackson Brown

Jackson Brown es un padre preocupado por la felicidad de su hijo y por ello le escribió estos “consejos” cuando se fue a estudiar a la Universidad, lejos de su casa. 



Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros. Los mensajes tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos, Life's Little Instruction Book, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas.


He aquí los consejos.

Hijo: 

• Cásate con la persona correcta. De ésta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria.

• Observa el amanecer por lo menos una vez al año. 

• Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos. 

• Ten un buen equipo de música.

• Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa. 

• Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra. 

• Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa. 

• Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.

• Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa. 

• Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión. 

• No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe. 

• Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza). 

• Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir. 

• Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado. 

• Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.

• Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.

• Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.

• Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades. 

• Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas. 

• No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios. 

• Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir. 

• Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno. 

• Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave. 

• Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'. 

• Nunca confundas riqueza con éxito. 

• No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos. 

• No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices. 

• Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios. 

• Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos. 

• Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.

• No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta. 

• No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.

• Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él. 

• No confundas confort con felicidad. 

• Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal. 

• Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca). 

• Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos. 

• Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos. 

• Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento. 

• Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres. 

• Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles. 

• La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo.