Mi hijo, el escritor aficionado me sigue
divirtiendo gratamente.
Llamó a casa Mikael Silva, y se presentó
como asesor financiero familiar. Explico que es socio de una empresa que
asesora como invertir los ahorros y las ganancias de la familia para sacarle
mejor partido.
-Pues gracias, no necesito sus servicios-
-Todo el mundo necesita mis servicios ¡¡¡-
-Pues yo no, yo no necesito un asesor, yo
necesito un consolador ..-
-¿Cómo dice?-
-Si usted viera lo que gano cada mes,
lloraría ¡¡¡, y necesitaría un consolador no un asesor-
-Esto ….-
-Oiga, lo que yo le diga ….-
-Pues nada, discúlpeme …, lo siento mucho-
El escritor aficionado tiene respuestas
para todo.
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