Si
hay alguien que vive en una permanente anécdota es el escritor aficionado, quizás
sería más justo afirmar que él mismo es una anécdota, a todo le encuentra el
chiste y es muy ocurrente con todas sus respuestas.
Y
como no, la primera anécdota de nuestras vacaciones la vivió el susodicho el
mismo día de nuestra partida.
Llegamos
a la capital del reino muy tarde y decidimos pasar nuestra primera noche en un
camping de la maravillosa ciudad del acueducto.
Decidió
darse una ducha antes de acostarse y se fue directamente a los baños mientras
el resto de la familia nos acomodábamos en nuestra divertida casa rodante.
A
su regreso y muerto de la risa nos comenta:
-Me
encanta esto del camping-
-Ah
¿sí?-
-Además
la gente es muy simpática-
-Ah
¿sí?-
-Antes
de ducharme he ido al baño, y sentado en el wáter he oído que llegaba alguien que
ha entrado en el wáter de al lado-
-Ah
¿sí?-
-Yo
a lo mío, cuando de repente oigo: ¿Todo
bien amigo?-
-Ah
¿sí?, ¿Y?-
-Pues
nada, le he contestado: Se hace lo que se puede …,¿Qué esperabas que le
dijera?-
Y
esta solo fue la primera de nuestras divertidas y maravillosas vacaciones.